La Levantá, a ras de agua, por Apeská.

Playa del Carmen 9:00 am, viento de componente SW, marea de 0.40 de vaciante, oleaje 1,4 mts y 4 miembros del Equipo Apeská, estos son los ingredientes para ser los invitados de honor de la «Levantá» del sábado 16 de Mayo de 2009.

Distancia a costa 1,4 millas náuticas.

Navegando en paralelo por el lado de poniente de la pared de la almadraba, «persiguiendo» los bolos de caballas y agujas que hacian hervir la superficie del agua, poco a poco la sonda seguía sumando metros, detalle de uno de los bolos.

Los bolos de cochinos, agujas, caballas y dorados fueron quedando atrás ya que el objetivo del día se encontraba a mas de una milla, seguimos navegando siempre paralelo a la pared de red con unas condiciones de viento y marea muy favorables, la calidad del agua… impresionante (15 metros de visibilidad).

Algunas agujas no se pudieron resistir al jig de Tornicón, del mismo modo Bahío hacia lo propio con las caballas. Nos replegamos y continuamos la marcha directo al objetivo del día, ver atunes.

Tras 20 minutos de entretenido paleo, a lo lejos, empezaron a sonar murmullos de fiesta, que con el discurrir de la navegación se fueron transformando en escandaloso jolgorio con aire del sur y sabor a sal.

Al poco llegamos a la concentración de barcos que formaban un corro alrededor del cuadrilátero de red, pero no éramos los únicos invitados, un par de barcos rebosantes de turistas observaban a 100 metros la batalla, actuando con precaución atentos a los gruesos cables de acero que mantenían la trampa de 25 metros de altura erguida.

Los atunes estaban cerca, desde nuestra perspectiva era difícil tener una idea del tamaño del preciado «Oro de Barbate», ya que la espuma y el agua ensangrentada poco nos dejaba entre ver. Os dejamos una secuencia de imágenes sacadas en modo ráfaga.

Gracias a la versatilidad de nuestras embarcaciones, conseguimos ser espectadores de primera fila, a escasos 10 metros de los gigantescos túnidos, tan cerca pero tan lejos…. no podíamos resistirnos a tan magnifica oportunidad, fotos para el recuerdo y la historia de Apeská.

Dada la expectación generada por nuestros kayaks fuimos invitados a embarcarnos en la gabarra de carga, que literalmente «abordamos».
Fe de ello.

Embriagados por el momento, vivimos el ambiente de una levanta, por donde los siglos no han pasado. Donde confluyen dos artes, el de la pesca y el del barbateño.
Desde nuestra nueva perspectiva pudimos observar con todo detalle tan bello animal.

La maniobra de estiba es todo un arte, donde el animal no debe sufrir golpes ni quedar expuesto al sol directo, de este modo los cubre rápidamente con hielo para que su preciada carne no sufra lo mas mínimo, dichas tareas son realmente peligrosas ya que estos animales desarrollan una fuerza colosal, y su peso oscila entre los 90 y 200 kilos. Estos pescadores se juegan el tipo, ¡créanlo!

Los túnidos son lazados por la cola, labor que se realiza a mano, e izados para su posterior estiba y conservación hasta ser descargados en puerto, para su pesado y venta.

El único avance a destacar que ha soportado la almadraba ha sido la incorporación de gruas que ha optimizado el proceso de estiba, todo lo demás permanece inalterable.

Mientras tanto, nosotros manteníamos a duras penas el equilibrio sobre la embarcación, pues entre la mar de fondo y los golpes que rítmicamente recibíamos de la gabarra vecina, no se podía uno despistar. Momentos para disfrutar.

Pasado cierto tiempo, no se cuanto, tuvimos que abandonar nuestro privilegiado lugar, pues la cacería llegaba a su fin y en pocos minutos volvería la calma, no sin antes grabar un último momento desde nuestro kayak. Bahío revisando el preciado material fotográfico, antes de partir rumbo a tierra.

Y para rematar la jornada, pusimos rumbo a tierra, de nuevo pegados a la red donde un grupo de atunes, bien entrados en kilos, se dejaron ver aun disfrutando en libertad en aquellas cristalinas aguas, bajo nuestros kayaks.

Como resumen de la jornada, hay que vivirlo…

Singladura realizada por: Ignacio Cubero (Tornicón), Daniel Peña (Galadit), Isidro Santamaria (Bahío), Javier Cervantes (Kameta).

Especial agradecimiento a Mariano por su generosidad y por compartir sus conocimientos.

Equipo Apeská, Mayo 2009.

~ por Apeská en 26 abril, 2011.